Abonado al sufrimiento, el Barça se ha consolidado en el
liderato de su grupo de la Champions al vencer por 2-1 al Celtic. Y, como en
compromisos recientes, ha sobrevivido a la incertidumbre. Se veía empatado
cuando, en el minuto 94, Jordi Alba sentenció. Por juego, el conjunto azulgrana
debería haberlo hecho mucho antes, pero el planteamiento ultraconservador de
los de Glasgow había aguantado milagrosamente su gol inicial bastante
afortunado. A partir del balón, el Barça le asfixiaría hasta noquearle.
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